Corría el año de 1908, en un internado estudiantil ubicado en un pueblo muy lejano de la ciudad. El cocinero del internado solía hacer su famoso postre los domingos, ese poste consistía en una mezcla de frutas y algo muy preciado para la época, Gelatina.
Esta gelatina venia en polvo y era muy costosa; semejante a como cuando lo fue el azúcar en Europa en el siglo XVI; el azúcar era alimento solo para los ricos y nobles.
Esta gelatina tenía solo 2 sabores; limón que eran verde, y el sabor a fresa cuyo color era el rojo.
Alguna vez antes del domingo, día en que se prepara el postre y el cual era degustado después de misa, en un almuerzo en el que como de costumbre se agradecía al cielo por la semana recibida; en el, se servian unas ricas viandas y entre ellas... el postre.
El cocinero del internado fue a preparar el habitual postre dominical, y vaya sorpresa, la gelatina en polvo de limón había desaparecido. No sabía que había sucedido, pensó que la había cambiado de lugar, busco y busco… nada encontró. Imagino que algún animal había tragado la gelatina, pero no había rastro de ello, no había regueros o bolsas rotas, pensó entonces que alguien le había hecho broma, pero la verdad no parecía chistosa. Se lamentaba por que muchos niños se llevarían la desilusión de no tener su postre favorito, el cual, lo habían esperado toda la semana… era como no llevar regalo de papa Noel al niño que espero todo el año y quien se durmió juicioso el 24 de diciembre, esperándolo. Al no encontrar más indicios, decide ir con el padre rector, quien también lamento mucho la situación y pidió al cielo para que le diese sabiduría y entendimiento para saber lo que había sucedido.
Se dio inicio a la investigación, para dilucidar quién había sido el bromista. No sabían bien ni como comenzar.
De repente surgió el rumor que a uno de los niños se le había visto enfermo y quien posteriormente sufrió de diarrea. Sospecharon que el algo sabía, le preguntaron al niño en cuestión, quien lo negó todo; le dijeron:
- - Juan, cuéntanos… cogiste la gelatina?, no nos pondremos bravos si lo hiciste, pero deseamos saber para no buscar mas y dejar de sospechar de todos, para así mejor dedicarnos a preparar la decoración para la misa de medio día.
El niño no tenía nada que ver,
- - La verdad padre no tengo ni idea quien o que cogió la gelatina y la verdad, la gelatina no tiene nada que ver con lo que me causo este malestar estomacal.
Así paso el domingo. Muchos quedaron desilusionados por cuanto no hubo gelatina esta vez.
Al siguiente sábado la misma situación de desaparición de gelatina se presento. Esta vez la de fresa; y por consiguiente el internado se había quedado sin reservas de gelatina. El cocinero tenía mucha lástima al saber que sus niños no tendrían postre, se sintió triste ya que los niños esperaban entre muchas cosas su domingo con gelatina; hay que recordar que era principio de siglo 19 y lo que hoy damos por sentado en aquella época no lo era.
El padre rector al saber esto, inicio a buscar quien había sido; pensó en revisar la lengua de cada niño ya que el color tiñe la lengua con su color característico. La lengua de aquel niño que hubiese consumido la gelatina en polvo estaría teñida de rojo. Pero pensó que sería humillante poner en eso a sus amados niños, no concebía la idea que alguno estuviese robando, y engañando, tampoco concebía el echo que alguien fuese desconsiderado con sus propios compañeros, amigos, guías espirituales, en fin, con la gente que lo quería.
Horas antes se había visto a un niño que rondaba y rondaba por la cocina, caminando, merodeando, y algo muy particular; haciendo círculos en su barriga y saboreándose los labios de cuando en vez.
Aquel niño, había sido el mismo que una semana atrás había estado enfermo y con diarrea, seria coincidencias; la sospecha ya se había formado.
El padre inicio la conversación, en un tono amoroso
- - ¿Juanito, me contaron que te habían visto dando vueltas por la cocina... que hacías?
- - Padre, yo no hacía nada, caminaba por qué me estaba memorizando un poema de Machado.
- - ¿Juanito sabias que la gelatina de fresa desapareció, y ya no hay que darle de postre a tus compañeritos mañana?
- - Padre, la verdad no tengo ni idea, quien sabe quien haría eso, yo le ayudo a investigar.
- - Gracias hijo ve con Dios.
- - Así lo hare padre, como siempre (mostrando una dulce sonrisa).
Así termino la conversación, el padre había descartado sospechas, había ganado un aliado, Juan desaprobaba lo que sucedió con la gelatina.
El día domingo en la mañana, Juan nuevamente estaba enfermo y con diarrea. Aunque antes del almuerzo el ya se encontraba mejor.
El padre sentía mucha tristeza al igual que el cocinero, ya que ese día no había postre, era algo esperado por los niños al igual que la visita de aquellos pocos padres que podían visitar a sus hijos en aquel lugar tan lejano y apartado. La mayoría de los niños no tenian una visita periodica de sus padres y a esto se sumaba la ausencia de postre.
El padre decidió sacar parte de los ahorros que tenia destinado para preparar la excursión de los niños para conocer al obispo, quien iba a visitar el pueblo más cercano al internado y el cual se encontraba a 4 horas de camino. El cocinero viajo exclusivamente a la ciudad en la que existía el único sitio donde vendían gelatina un viaje largo de 18 horas ida y venida, no podía esperar dos meses hasta que le enviasen la provisión bimestral de alimentos y menaje que solían enviarle desde la sede principal en la capital.
Nuevamente ya era víspera de domingo, pero esta vez el cocinero ideo un plan que alertaría cuando alguien intentase siquiera tocar la gelatina. Una campanita sonaría y así todos sabrían.
Nuevamente se vio a Juan merodeando por la cocina, hacia círculos con su mano en la barriga, e intermitentemente se saboreaba los labios, la trampa estaba puesta y se estaba vigilando, pero no paso nada, y todos se fueron a dormir. A las 3 de la mañana sonó la campanita y parte de la gelatina no estaba. El padre y el cocinero estaban desconcertados, ¿quien habría sido?. De inmediato todos fueron despertados y el padre sin ningún pudor y con tristeza de haber sido burlado nuevamente comenzó a revisar lenguas una por una, estaba seguro que Juan, aquel granuja cínico había sido, no podía ir directamente hacia el, pero sabía que su turno de responder preguntas y sacar la lengua llegaría, sentía rabia de haber sido engañado no aguanto más el proceso de ir de uno por uno y lo llamo a un cuarto aparte, mientras dejaba que el cocinero y el cuidandero revisaran la lengua de demas los niños, uno por uno.
- - JUAN, usted no tiene nada que contarme?
- - Si padre, la verdad… (Cambiando de parecer) no padre la verdad no es de importancia.
El padre quien ya no contaba con paciencia y consideración, ya había estallado.
- - Juan, porque insistes en engañarme, tu sabes muy bien lo que has hecho, piensas que somos bobos?, eres un desconsiderado, si haces esto de niño que será cuando grande, como decía mama, “si cuando chico quiebras grano que serás de marrano” es inaudito como nos has engañado y defraudando la confianza que hemos depositado en ti, incluso manipulándome sobre tus verdaderas intensiones.
- - ¿Pero padre?...
- - Juan, eres un desagradecido, te recibimos con amor, por consideración a tus padres, que se matan el lomo día a día arando el campo para llevar algo de víveres para los de las bananeras, y tu desagradecido tomas ventaja de nosotros, solo por saciar tus vanidades, tus gustos físicos…!tu glotonería! Entiéndelo bien, G-L-O-T-O-N-E-R-I-A. No piensas en los demás, eres una vergüenza, quiero sacarte ya mismo de aquí y que no regreses, pero no se me hace justo que por tu egoísmo además de la tristeza que has causado aquí, también tengas que causar tristeza tus padres, deberás contarle lo que hiciste a ellos, y sé que ellos también te castigaran. Por el momento no te expulsare pero no disfrutaras de actividades comunitarias y tendrás que cuidar por 5 meses de los caballos y los fines de semana dormirás con ellos, a ver si aprendes humildad y compasión. No hago esto por sentirme bien conmigo mismo, lo hago por que debes aprender una lección que te sirva para futuro y seas una mejor persona. Desagradecido mentiroso!
- - Padre, ¿me dejaís hablar? (diciendo en tono muy culto usado para la época).
- - Juan, no hay nada de qué hablar, granuja!
El padre salió, de aquel sitio; al momento fue abordado por el cocinero quien le dijo.
- - Padre, es sobre Mateo….
- - ¿Que hay de el?
- - Padre, yo sé que es el mejor de la clase, que se nota el mas colaborador y el que mejor canta en el coro, pero… el tiene la lengua de color verde y su aliento huele a gelatina de limón.
Al padre se le vino el cielo y la tierra encima, pensaba en lo que había hecho con Juan, como Mateo había engañado, como todo se dio de esta manera, como esto fue una prueba del cielo para con el… como?. Cómo?. Tantas preguntas se estrellaban unas contra otras.
Luego de meditar varias horas, decidió que era momento de hablar con Juan, antes de ir a misa, sabía que debía llegar a misa tranquilo, la prioridad ahora era Juan y no la gelatina ni Mateo.
Pensaba en que Juan estaría muy triste, y que este a su vez le iba hablar sobre la injusticia que se había cometido con él, sobre el juzgar a priori, sobre tantas y tantas palabras injustas dichas…
- - Juan, anoche cometí…
Interrumpiéndolo, Juan le dice con tono conciliador:
- - Lo sé, padre y te perdono si deseas mi perdón lo tienes, pero que no se repita de nuevo esta situación, aprende de tus errores para que no se cometan de nuevo, aunque me heriste mucho, y como cuando un clavo se clava en una puerta, siempre al sacarse queda el hueco, este solo se arreglaría y borraría del todo si se cambia la puerta, pero así la puerta original dejaría de ser puerta y no es la idea. Pero podemos pintar y embellecer la puerta, aprovechar este hueco para poner un adorno y así la puerta se verá más bonita. No claves mas puntillas porque es mucho el trabajo el que se emplea para sacarla, pintar puerta, poner adorno y embellecerla… Y hoy, si así lo disponéis puedo hacer el esfuerzo y recibir doble ración de deliciosa gelatina. (Entre sincera risa)
Le dio un abrazo al padre y de inmediato salió corriendo a jugar con sus amigos.
El padre tenía los ojos aguados, que lección de vida había recibido… no habían palabras que pudiese decir el padre en ese momento.
Paso el domingo y llego la hora de hablar con Mateo, poco antes había hablado con el cocinero quien le había contado, de manera jocosa que las diarreas de Juan eran fruto del ayuno y a la absurda idea que el pasto era el mismo mana bíblico; que había hecho esta extraña dieta como sacrificio para pedirle a Dios por sus padres.
Mateo al principio lo negó todo, y cubría sus mentiras con mas y mas mentiras, al final entre lagrimas confeso lo de la gelatina, en esos momentos el padre recordaba… Que cuando adolescente antes de ser seminarista él y sus amigos se pintaban la cara, cogían sus armas de caza y se iban a cazar, pero la diversión no consistía tanto en esto; la diversión consistia en ir al colegio del resguardo indígena y molestar a los indígenas, habían dos en particular de los cuales nos burlabamos, los llevabamos al bosque y allí los poníamos a hacer actos humillantes como actuar como monos o que les lamiesen las botas a mis amigos, recuerdo que le no veía nada de malo ya que mis amigos veían esto como algo normal, todos reíamos menos los indígenas. A los indígenas nadie les creía, y si así fuese, quien se iba a meter con hijos de acaudalados terratenientes?.
Alguna vez, recuerda que llevaron a una indígena que hasta nombre castizo tenia y el cual era María; casi obligan a los otros dos indígenas que la penetraran y violaran, todo parecía tan normal tan común y corriente, como si se nos hubiese dado el derecho divino de divertirnos y abusar de la gente así de esta manera. Afortunadamente mi tío mayor llego y detuvo la atrocidad que íbamos a cometer. No sé que les hicieron a los otros jóvenes, escuche tiempo después que algunos seguían juagando de esa manera; pero por mi parte fui castigado aunque no muy severamente, era solo cuestión de tiempo regresar con mis amigos a los juegos usuales, pero esta vez pensaba que teníamos que ser más cuidadosos y no dejarnos descubrir.
Fui enviado a España a estudiar… Cádiz, una metrópoli gigantesca para lo que yo conocía, allí conocí muchas cosas tanto buenas y conocí otras que me dejaron enseñanza y me formaron; allí yo era llamado SUDACA, término despectivo que se le da a los que somos del continente americano y cuya piel no es muy blanca, y cuya estatura tampoco es que sea mucha.
Ellos me humillaban día y noche, me ponían carne podrida debajo de mi almohada me encerraban desnudo en un baño y me tiraban agua fría en invierno, me excluían de todas sus actividades, se burlaban y me rechazaban a todo momento, en el comedor escupían mi comida incluso una vez me desnudaron y me iban a meter un palo de escoba por el recto, afortunadamente gracias a un ruido, a estas alturas lo asimilo como un ruido celestial que ocurrió, ellos huyeron; llorando y con mi alma doblegada pedí a mi acudiente en España que me sacase de ese infierno de humillación y rechazo; al poco tiempo fui enviado a mi casa en XAPLORUCO, allí estaba de nuevo con todas mis comodidades, sirvientes, hermanos etc., pero mi alma estaba doblegada, pensaba que fui perverso con los indígenas, que no existían palabras para describir toda la maldad y aberraciones que ellos fueron objeto de mi parte y de parte de los que consideraba amigos. Ningún castigo fue suficiente para escarmentar todo el dolor que yo había causado, solo el vivir en carne propia el dolor hizo que yo comprendiese, hizo que mi espíritu buscara perdón en Dios y que además buscase el perdón de ellos, aquellos que habían sido objeto de mi perversidad.
Tan pronto pude fui a pedirle perdón a aquellos indígenas del resguardo, ellos a regañadientes aceptaron, pero no creyeron de mucho que eso hiciese diferencia ya que continuaban siendo víctimas de mis supuestos amigos. Tristemente me entere que la indígena María se había suicidado al saber que la hermanita de ella había sido violada por…
Intente hablar con mis ex compañeros de maldad, y lo único que recibí fueron reproches por mi nueva actitud boba, ellos decían que lo que hacían era diversión normal, que así se comporta el mundo, y lo peor es que algunos padres alcahueteaban este comportamiento, sus castigos habían sido insignificantes, laxos y poco efectivos, comparados con el castigo y la lección que la vida me otorgo.
Mis ex-amigos para tranquilizarme y evitar que me fuera a entrometer en sus juegos perversos me dijeron que ya no lo iban a hacer mas… aunque lastimosamente yo sabía que así era, aunque no lo viese o fuese testigo de su acción de humillación en los bosques; yo sabía que sus patrones de comportamiento se repetían; el pintarse la cara, el salir armados con excusa de cacería, euforia etc. yo sabía que no se iban directo a tomar el té.
Aprendí que así una persono diga que ya no está haciendo algo, si los patrones de comportamiento que solía hacer se están repitiendo de nuevo es porque ese algo se está haciendo de nuevo, o que probablemente se va a hacer de nuevo. Por ejemplo; en una pareja, el esposo de un tiempo para acá se arregla más que de costumbre, se pone más colonia que lo usual, dice pequeñas mentiritas, además dice que le toca asistir a reuniones de trabajo y viajes repentinos, resultando que lo que tiene es una “amante”. Si el esposo ha sido descubierto, y luego de una largo proceso de reconciliación y perdón, el esposo resulta que con el tiempo repite los mismos patrones de comportamiento como arreglarse más que de costumbre, mentiritas, ponerse mas colonia que lo usual y además dice que le toca asistir a reuniones de trabajo y viajes repentinos…
Que podría pensar la esposa? Si los patrones de comportamiento de la traición se está repitiendo… así no sea lo que a simple vista se supone que está sucediendo, así sea que todo lo que el esposo dice es verdad; los patrones de comportamiento se repiten y nuevamente se lleva a desconfianza por parte de la esposa; la única manera que ella no entre en esta desconfianza es que estos patrones de comportamiento no sucedan.
En mi caso así ellos digan que van a misa, eufóricos, con la cara pintada, y armados; es muy, muy difícil el creer que no irán a fastidiar y a humillar a los indígenas, como usualmente lo hacen.
Al final como pude le dije a mi padre, quien era un hombre justo, que hablase con el representante gubernamental para que pusiese guardia y así se protegiese a estos indígenas del resguardo, y así sucedió... poco tiempo después, entre al seminario, para servirle a mi gente, a mi alma y a Dios.
Sé que Mateo debe tener un castigo, que aprenda de él y no cometa de nuevo la falta, que nuevamente confíe en él y no cometa los mismos patrones de comportamiento que lo condujeron o que cometió previos a la falta; porque si el repite los mismos patrones pensare que mi perdón ha sido burlado y que seguirá cometiendo la falta, así como mis ex amigos de adolescencia.
- - Mateo, sé que no obraste bien, y creo que mereces castigo, pero este tiene que ser en su justa medida, si es muy laxo no cogerás escarmiento y si es muy severo creare en ti resentimiento. Cual crees que debe ser tu castigo?.
- - Padre, creo que he estado triste, he meditado mucho sobre la falta, sobre la tristeza que causado en usted, y sobre la ilusión que he matado momentáneamente a muchos compañeros que añoraban recibir su postre de domingo. Padre, perdóneme, yo se que una de nuestras máximas es perdonar así como Dios nos perdona, perdóname y no lo vuelvo a hacer.
- - Perfecto Mateo, creo y espero que tus palabras han sido sinceras, te perdono y no lo hagas de nuevo, te quiero mucho y deseo que sigamos creciendo en comunidad.
- - Gracias padre
- - Tu puerta seguirá intacta
- - Como padre?
- - Olvídalo Mateo aquí divagando (con gran sonrisa).
- - Gracias padre. (Mateo se alejo)
Creo que he obrado bien, Mateo ha entendido su falta, y sabe que tiene nuestro perdón, sé que no nos engañara, robara y mentira de nuevo. Además he ganado mucho con las lecciones que he aprendido. Y mirando hacia el cielo el padre también se alejo.
Tres semanas después Mateo viene corriendo perseguido por el cocinero, Mateo luce muy cansado jadeando casi con la lengua afuera, el padre al cruzar por el lado lo toma del brazo.
Mateo jadea y jadea, y el padre pregunta…
- -Mateo, porque tienes verde la lengua?.
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ResponderEliminarmuchas gracias senorita Carolina
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